Creo que todo comenzó con unos simpáticos anuncios comerciales en televisión donde uno de los protagonistas era el mismo fundador de esta empresa, Open English, en la cual supuestamente se aprende el idioma inglés a través de internet.
Varios años después sigo pensando que esta no es ni una idea tan brillante, ni un recurso tan útil como para hacerle tanta bulla, pero el bombardeo de su publicidad ya me está afectando al punto de necesitar cambiar de canal o poner el televisor en mute cuando la percibo. Nunca antes había tenido que escuchar un mal chiste tan frecuentemente.
Y ni qué decir de la publicidad en general en la mayoría de los canales por cable... ya es casi imposible disfrutar todo un programa o una película. ¡Qué nostalgia cuando la belleza del cable era precisamente que no la insertaban en un programa!
5 de Junio de 2021
Una de las nuevas estrategias en sus anuncios es contratar actores para que den los "testimonios" de sus experiencias después de Open English. El más obvio, por ejemplo, el señor que encontró trabajo, o el de la mamá satisfecha porque la pronunciación de su hijo mejoró. ¿De verdad pretenderán que alguien crea esas patrañas? Pero el último testimonio que escuché sí me hizo gracia, el de una muchacha feliz porque ahora entendía mejor las películas.
Hace algunas semanas estaba coversando en mi casa con mi hermano mientras la tele estaba encendida cuando en una pausa salió el falso emprendedor con otro de sus nuevos discursos en los que utiliza el confinamiento por la pandemia Covid como su oportunidad de adquirir nuevas víctimas. Y como mi hermano ya nunca ve tele, inmediatamente se sorprendió:
- ¡¿Va a seguir!?Entonces me lamenté porque seguía sin entender a qué se debe el fenómeno de la abundante y estúpida publicidad de esa y otras simples aplicaciones ingeniadas por el mismo payaso, y entonces él, con solo un poco de malicia, me explicó que uno no sabe qué oscuros tranfondos puede haber. Espero llegar a ver el día en que se destape esa caja de pandora.